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El beso

Vuelvo a verte otra vez. No me dió tiempo casi a enterrar tu recuerdo y te apareces de nuevo. O fui yo quién te buscó. No lo recuerdo. Y tampoco es algo que me importe. Pero vuelvo a olerte y me pierdo en ese aroma que no me deja pensar. Y te acercas y me cuesta hasta respirar. Intento mantener el control, pero el fuego de tu mirada y el tono de tu voz, me llevan a la maldita locura de querer perderme en ti. Intento resistirme. Si cierro los ojos y no te veo, lo mismo puedo hacer acopio de la escasa voluntad que me queda. Pero no puedo dejar de aspirar tu fragancia. Llevas el perfume que te regalé. Me invade por dentro ese olor y eso hace que se me erize la piel. No hacía tanto calor hace apenas unos minutos. Acortas la distancia y siento tu aliento cuando te acercas a mi boca. Me paralizas sin haberme tocado todavía. Me enerva pensar en todo lo que me va a provocar ese beso. Cierro los ojos y me dejo llevar. Quiero volver a sentir ese deseo que nos hace hasta temblar. Abro de nuevo los ojos, porque quiero ver la expresión de tu cara un segundo antes de que me quemes por dentro. Y es entonces cuándo veo el techo blanco de mi habitación. Dios mio!! He de dejar de tener estos sueños...

Comentarios

  1. Me gusta verte tan activa últimamente. Me gusta el título de este relato. Me gustan los sueños que sueños son.
    Besos y felices fiestas!

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  2. Y a mi me gusta verte por aquí, Luigar. Muackkkk!

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