Me crié en un barrio pobre, dónde la miseria abundaba por metro cuadrado. Casi no me podía mover, porque tropezaba con ella a cada paso. Aún así, no superaba la de mi casa. Mis padres me concibieron entre una borrachera de él y un descuido de ella. Mi madre era una mujer extremadamente débil y le daba pánico abortar, aunque el valiente de mi padre se lo pidió cientos de veces. A decir verdad, no sé cómo no lo hizo debido a las palizas que el caballero le propinaba. Supongo que mi destino era nacer. Ya desde entonces me aferré a la vida con fuerzas y con ganas. Heredé el carácter de él, para su desgracia. Mi infancia transcurrió entre gritos, golpes y continúas peleas, en dónde el vencedor era mi padre y la vencida mi madre. Cuándo tuve la estatura suficiente y las fuerzas necesarias, me interponía entre ambos. Entonces ahí, las dos recibíamos. Ella por protegerme y yo por protegerla. El amor que le tenía a mi madre, se podía medir con la misma balanza con la que lo odiaba a él....
Este es mi lugar, dónde las letras cambian mi mundo y me daré por satisfecha si mientras lees, cambio el tuyo. Sé bienvenido.