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Mostrando entradas de enero 17, 2014

Blanco y negro

Al salir de la cama se percató que los colores habían desaparecido. No había color en ninguna parte, en ningún lado. Blanco y negro en el arcoiris, en las sábanas, en la llama prendida de la chimenea. En las acuarelas que antaño eran todas explosiones de color. Blanco y negro en los días, en los cristales, en el televisor, en las notas del piano, en los acordes de su guitarra. En el cielo, en el mar, en las huellas al salir de la ducha. Blanco y negro en las mentiras, en el desamor y en las promesas no cumplidas. En el dolor que le quemaba la garganta. Y en los besos perdidos. Hasta los abrazos eran esbozos sin color. En las flores que  nacían en el jardín. Y en el sol insolente que lo miraba.Y en las calles desiertas de su vida. Y en su bicicleta. Y en las tapas de los libros. Ella no sólo le destrozó el corazón al marcharse, sino que había tenido la desfachatez de llevarse todos sus colores. Ahora estaba obligado a dibujar en carboncillo hasta los trazos de su alma. Y a él...nunc

Detrás del espejo

Detrás del espejo para que no me lleguen tus te quiero. Que no me alcancen tus palabras, dardos envueltos de ternura que amenazan con abatirme sin piedad. Tus pasos sigilosos rondan por mi mente y aunque te hayas descalzado, puedo oirte venir. Procuro mantener la distancia que pretendes acortar. Me tiendes la mano y dudo si acercarme. No quiero rendirme a esto. No quiero caer. Prefiero mantenerme en pie. Detrás del espejo me siento segura. Llevo puesta una armadura que tiene varias grietas ya a pesar de ser de acero. Hubo espadas que acertaron y caí malherida demasiadas veces. Y sí. Lo confieso. Tengo miedo. Y me paro. Aunque a veces, mis pasos me lleven irremediablemente a ti. Aunque haya momentos que me rinda, cuándo las fuerzas me agotan y no me dejan pelear. Es entonces cuándo me tienes. Pero luego vuelvo a marcharme y lo sabes. Y te quedas mirándome con calma. Y me llamas suavemente. Creo que sabes cómo llegarme. Conoces mi talón de aquiles y lo usas a tu favor. No quiero que m

Flores para ti

¿ Qué sabes de mi vida?. Ni te imaginas quién soy cuándo llego a mi casa y me quito el maquillaje. Centímetro a centímetro va quedando la piel al descubierto. Ya no hay máscara, nada me cubre ni me oculta. La que está frente al espejo soy yo, tal cuál. Tampoco me importa lo que pienses de mí. Pero soy la misma que tal vez un día tengas la desgracia de conocer. Yo no me arrepentiré. Tú, estoy segura de que sí. No hay sentimientos, aprendí que no valen para nada. Nada me inmuta. Nada me conmueve. No hay súplica que me haga tener un ápice de piedad. No nací así, eso está claro. Pero no voy a exponer los motivos que me hicieron convertirme en la persona que soy hoy. Me da pereza y nunca me gustaron las explicaciones. Ni cortas ni largas. Soy parca en palabras. Tampoco me agrada que me hablen, si no es totalmente necesario. Engraso mi arma, la cargo y la dejo cerca de mí. No sé cuántas balas dispararé mañana, ni a cuántos tendré que oir suplicar por su rastrera vida. Lo que sí sé es que

Demasiado tarde

No te arrodilles y me regales flores ahora que su fragancia no me llega. Ni me digas llorando esas palabras que un día tanto anhelé, porque tus lágrimas ya no me calan. Ni me grites cuánto me amas ahora que ya no te puedo oir, porque tu voz ya no me alcanza. Me tuviste en tu mesa, en tu cama, en tu casa y en tu vida y ni un solo gesto o detalle, de esos que ahora tanto me prodigas, recibí. Espero que echen el cierre al cementerio por hoy... no me gusta tu presencia.