Martes, seis de mayo. No importa que no estés aquí ahora. Porque dejaste preñada mis sábanas, de tu olor. Mi cama, contiene desde el primero, hasta el último de tus gemidos. Y quedaron derramadas tus ganas y mis ganas. Habitan en cada rincón, los suspiros y los te amo, dicho desde lo más profundo de tu garganta. No importa que no estés aquí ahora. Porque mis oídos aún conservan, el sonido de tu voz. Y mi piel, guarda con celo, las huellas de tu piel. En mi boca permanecen tus besos, húmedos y cálidos. Y en mi cuello, lienzo blanco para ti, aún siguen dibujados los trazos, que tu lengua pintó. No importa que no estés aquí y ahora. Porque solo he de cerrar los ojos y hallarte. Volverte a vivir. Colmaste la madrugada de manos entrelazadas, de caricias grabadas a fuego lento, de deseo desmedido. Has tatuado los senderos de mi memoria, de recuerdos que utilizo para que tu ausencia, no acabe conmigo. Y llevo los bolsillos llenos de tus te quiero. Lo mismo, los coso para que no se...
Este es mi lugar, dónde las letras cambian mi mundo y me daré por satisfecha si mientras lees, cambio el tuyo. Sé bienvenido.