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Nada personal 91



Y no te niego que a veces ( por eso de ser sincera),...eres el cuervo ( por cierto, que feo te ves) que sobrevuela en círculos por lo alto de mi vida. Buscando un hueco de tejado roto por el cual colarte y así poder coger algún que otro pedazo de recuerdo, con lo que alimentar su mísera y pobre existencia (vuelo).Y cuando te veo venir ( porque ver, te veo), me haces levantar (con lo cómoda que me hallo) y lanzo patadas al trozo que quieres llevarte ( pájaro maldito horroroso). Y a veces la suerte se pone de mi lado (menos mal, que benévola ella) y alcanzo a darte en toda la cabeza (carente de cerebro y de nada que se le parezca), pero cabeza al fin y al cabo (ahora entiendo el eco).Y te vas graznando ( que ruido más desagradable, he de decir). Hasta la próxima,…aquí te espero ( no me coges desprevenida ni a la de tres, ni a la de cinco, ni a la de diez). Ojalá que el cielo te atrape en tu vuelo y no quede de ti, ni la más mínima señal de que un día exististe (quise decir, ni la última pluma),…
(23/05/2015)

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Las calles se engalanan y las luces de mil colores estallan en mi retina. La música que se desprende de algún sitio llega hasta mí. Villancicos de siempre, letras ya conocidas. La navidad no es como antes.  No hay gente cantando por las calles. Hasta el olor ha cambiado. Observo a las personas caminar, con la cabeza gacha y el andar apresurado. Siempre llevan prisa. Desde mi pedestal no hago otra cosa que mirar, observar. Apenas me ven, soy una estatua que se mueve por dinero. No es que me guste la Navidad, hace tiempo que dejé de creer en la magia que algunos creen que tiene. Pero me vienen bien esta fechas.  A la gente que no les preocupa nada ni nadie en todo el año, les nace un sentimiento pasajero, efímero y  bondadoso que les hace tirarme alguna moneda.  Ya está. Se van felices porque ese gesto callan sus conciencias.  Me miran con la lástima que en otro mes cualquiera cambian por desprecio. Me gusta la Navidad simplemente porque ...