Y no vayas a llorar ( si es que lo haces una madrugada de
esas que te cogen a traición entre la soledad y la tristeza), mi ausencia
cuando abandone tu camino y te suelte de la mano, amor (que te diré amor cuando
me vaya). Que no es que no te lo dijese nunca ( tú no supiste escucharlo,…
¿demasiado ocupado tal vez?). Porque esas lágrimas no las veré ( ni falta que
me harán ya, te harán falta a ti y a ti te las dejo). Y no te atrevas a echar
de menos lo que perdiste a pulso y con ganas (no me retengas en tu memoria ni
un segundo de tu valioso tiempo, aunque dudo que lo hagas). No tendrás que
borrar ni un te amo ( porque nunca los esparcí por tu suelo, que no por el mío,
eso que te ahorras). Que sepas que no ganaste ninguna batalla, tú llevabas la bandera blanca por bandera (valga
la redundancia) antes de luchar siquiera. mezclada con la desidia. Pero aún así
te doy mi enhorabuena (manía mía de ser tan generosa). Así que no ganaste (te
rendiste) que es muy diferente. Bueno, eso de que te rendiste es mucho decir a
tu favor (tú ya venías rendido). Que soy de luchar (que lo tengas claro, aunque
claro sé que te quedó). Pero lucho con las mismas armas, de igual a igual,
usando el mismo código de honor, de frente y no de espalda. Yo lucho con
valientes que una vez que llegan se quedan y no juegan a ahora estoy y te doy
migajas (y te aguantas que eso es lo que hay) y ahora me voy que me da miedo
esto que pueda sentir ( y te aguantas otra vez). Con caballeros (amor) que una
vez cruzan una puerta, no entran y salen y no imponen su santa y única voluntad
(porque no le importa un carajo nada que no sea él mismo y él mismo, una y otra
vez). No me enfrento a gente como tú, cobarde rodeado de murallas que ya no
quiero escalar (me da que en tus torres, no hay dragones y a mí me gustan los
dragones). Y aunque hubiese dragones apuesto mi vida, que son tan cobardes como
tú ( seguro que no echan fuego por la boca,…demasiado ocupados tal vez también?).
No lucho contra cobardes que guardan en el filo de la boca su abnegada entrega
a sí mismo y a su maldito mundo. No lucho en guerras que de antemano sé, que
las tengo ganadas porque no me lo permite mi ética y mi moral (que viene a ser
lo mismo pero queda bien para rellenar texto). Así que llegados a este punto (amor),…
te brindo la victoria de quedarte con lo que tienes o, con lo que no tienes o
con lo que nunca tendrás (no me llevo nada, porque nada me diste y, espero que
seas feliz haciéndole el amor apasionadamente, a tu soledad en las noches de
luna llena). Y me llevo todo lo que te di y no quisiste (esta frase es de una
canción, no me atribuyo lo que no es mío). Supongo que a estas alturas te
habrás percatado de por qué te llamo amor, ¿no?,…( porque acabo de irme).
(20/05/2015)
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