Se puede faltar al respeto de muchas formas y maneras.
Cuando eres impuntual, faltas al respeto. Cuando no cumples tu palabra, faltas
al respeto. Cuando le das a alguien las migajas de lo que te sobra, faltas al
respeto. Cuando no dedicas un minuto de tu vida para disculparte, faltas al
respeto. Cuando dices que vas y no apareces, faltas al respeto. Cuando no
tienes en cuenta que alguien espera por ti y vas a tu puta bola, faltas al
respeto. Cuando no valoras el tiempo de los demás porque eres incapaz de
ver más allá de tu propio tiempo, faltas al respeto. Y así podría seguir hasta
mañana (pero como que hoy no me da la gana de extenderme más). Y yo,... aguanto
de pie con armadura forjada que me rompan el corazón y hasta que caminen con
zapatos de hierro sobre los pedazos esparcidos, en un frío e inhóspito suelo
(que hay mucho hijo de puta suelto, que lo sé yo), pero no aguanto ni por asomo
que me falten al respeto (manías mías, fíjate tú).
(20/04/2015)
(20/04/2015)
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