Y mis zapatos no se ensucian volviendo a tu camino, ese que
no valió nunca ni lo más mínimo (aunque yo un día le di valor).Y mi boca no se
abre ni para nombrarte (y mira que masqué tu nombre veces y hasta me lo tragué
solo por sentirlo en mi interior). Y mis manos no volverán nunca más a tu piel
(y mira que me gustaba, pero ahora me da como repelús). Y mi mente trata de
borrar todos los rincones llenos de recuerdos tuyos (eso es lo más difícil, lo
admito). Lo siento por mis letras que para mí son sagradas y las pongo a los
pies de los caballos cada vez que sales en ellas (pero ellas me entienden y me
lo dejan pasar, o eso creo). No soy de maldecir (pero maldito seas mil veces).
Y mi corazón (ese sí que no me perdona), me repite y me repite: “mira que te lo
advertí, buscadora de sueños imposibles, suicida loca, tú y tu manía de
equivocarte y de nuevo aquí me tienes, tirado en un rincón del taller (que por
cierto, aquí hay muchos como yo y me da que me queda para largo,…).
(18/04/2015)
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