Brindo por ti. Por mí. Por lo que hubo, por lo que ya no es,
por lo que tuvimos y por lo que se perdió. Por los despertares que tuvimos
juntos y por los despertares que ya no se darán. Brindo por mi soledad, hija de
puta que no da cuartel, por mi vestidito azul de tristeza y por mis mañanas
llenas de cafés a solas. Brindo por la lluvia y no me refiero a la lluvia que
moja las aceras de la ciudad. Sino a la que empapa sin maldita piedad...a
este estúpido corazón mío. Y por último brindo por el vuelo que me partió la
puta crisma contra el cabecero de una despedida. He de aprender a aterrizar. Y
a no decir palabrotas. Aunque confieso que lo segundo me importa un carajo.
(24/03/2015)
Comentarios
Publicar un comentario