Déjame buscarte, en los puntos suspensivos de los gemidos
que brotarán de tu garganta. De tu boca que me llamará y de tus brazos que me
atraparán. En el punto y seguido del ritmo que balanceará mis caderas, cuando
te adentres en mí. En el paso que me hará seguirte y en los vaivenes que
impondrás, en el centro de mis deseos. Déjame buscarte, en el punto y coma del
aire que te faltará al poseerme. En la calidez de tu lengua que volverá a
descubrirme y en las líneas de tu manos que me recorrerán. Déjame buscarte, en
cada una de las formas gramaticales habidas y por haber, cuando hagamos el
amor. Permíteme conjugar tu piel con mi piel, tu sudor con mi sudor, tus ganas
con las mías. Y convertiré las agujas del reloj, en tiempos verbales. En
pasado, para que añores las caricias dadas, en presente para que desees más y
en futuro para que luches por llegar a la meta del éxtasis. No quiero que esta
noche termine nunca, así que no te buscaré en el punto y final. Déjame buscarte
en los pronombres tú y yo. Tú, matándome y yo, muriéndome.
Que lo sé. Que tu no eres de letras…pero yo sí.
Que lo sé. Que tu no eres de letras…pero yo sí.
Comentarios
Publicar un comentario