Sé que por el pueblo se comenta que un amor me dejó seca. Que me deshojó cómo una flor y no quedó de mí ni los restos. Y que el halo de tristeza que me cubre se puede divisar a kilómetros. Me importa un puto carajo lo que hablen de mi, los rumores en las esquinas y las murmuraciones de las señoras al verme pasar. Bastante trabajo tengo con intentar recoger los trozos de este maldito corazón roto. Se me resbalan los pedazos como agua entre las manos y me es imposible unirlos. Mi alma al mejor postor porque volviera a su estado original. Hoy me decidí. Lo mejor será ponerlo en venta. Lo mismo encuentro a alguien a quién le gusten los puzles difíciles de montar y resulta que lo compra. Claro que, tendrá que aceptar que va sin ticket, está sin garantía y no se admite devolución.
- ¿Puedo hablarte o me vas a vacilar cómo siempre? - No sé. Prueba... - ¿Estás enfadada? - No. - ¿Y por qué estás tan callada, si tú no te callas ni debajo de agua? - Estoy pensando. - ¿Pensando en qué? - En como le irá a Caperucita con el conejo de Alicia y si seguirá viendo el país de las maravillas. - ¿ En serio piensas en eso? - No. - Que graciosa la nota ¿ Entonces? Algo te ronda la cabeza. - Pienso en el lobo. Tan feroz y no supo retener ni a una niña. Que infeliz ¿no? _ ¿No puedes dejar de vacilarme? - Me cuesta.Te me pones tan a tiro... - ¿ Cuándo será que te hable y me contestes amablemente? Sin pullas, sin que me vaciles. Sin hacerte la lista. Sin dártelas de sabelotodo. Conseguirás que deje de hablarte un día. - ..... ( Silencio). - Lo echas de menos. Te lo noto. Aunque no lo nombres. Aunque ya no seas la misma. Pero lo sigues extrañando. Es eso lo que te pasa. ¿Estoy equivocada? - No. No estás equivocada. - Que raro que me des la razón. Debes de esta...
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