Y te quise aún sabiendo que nunca te tendría. Te quise como se quieren todos los amores imposibles. Con ganas. Con dolor. Con desesperación. Con rabia. Te quise siempre. Desde que te vi entrar por primera vez en clase. Con tu faldita roja y tus calcetines a juego. Con tu jersey azul. Y tu coleta negra azabache. Quise tu mirada de niña y amo tu mirada de mujer. Y te sentaste a mi lado del pupitre y aún llevo el recuerdo de tu aroma infantil impregnado en mí. Y tu manía de poner la mochila en el suelo y mi costumbre de tropezar con ella. Quise tus risas. Tu estuche y tus lápices de cera. Y la goma de borrar que compartìamos, porque siempre se me olvidaba la mía en casa. Y quise nuestros juegos en el patio, y las tardes de estudios. Y te quise y me moría cada día un poco. Y te amo hoy y grande es mi amargura. Inmensas, largas y solitarias las noches que te he llorado. Pasaste de niña a mujer a mi lado y ni una sóla palabra se me escapó, que pudiera hacerte sospechar este loco y apasionado amor. Para que no te fueses. A pesar de mí mismo y este dolor que no ha menguado con el paso del tiempo.Y me convertiste en el confidente de tus primeros amores, de tus primeros besos. Y limpié tus primeras lágrimas por aquél chico que te gustaba y no te hizo caso. Y aprendí a no maldecir a todo ser que se atreviese a lastimarte. Y aprendí a no moderme los labios en tu presencia para que no notaras cómo me dolía. Aprendí a no apretar los puños mientras tú me matabas a cada segundo. Nunca estudié arte dramático y sin embargo me convertí en el mejor actor. Mañana conseguiré la estatuilla al mejor papel, cuándo cruces la alfombra de mi brazo...y te cases con él.
- ¿Puedo hablarte o me vas a vacilar cómo siempre? - No sé. Prueba... - ¿Estás enfadada? - No. - ¿Y por qué estás tan callada, si tú no te callas ni debajo de agua? - Estoy pensando. - ¿Pensando en qué? - En como le irá a Caperucita con el conejo de Alicia y si seguirá viendo el país de las maravillas. - ¿ En serio piensas en eso? - No. - Que graciosa la nota ¿ Entonces? Algo te ronda la cabeza. - Pienso en el lobo. Tan feroz y no supo retener ni a una niña. Que infeliz ¿no? _ ¿No puedes dejar de vacilarme? - Me cuesta.Te me pones tan a tiro... - ¿ Cuándo será que te hable y me contestes amablemente? Sin pullas, sin que me vaciles. Sin hacerte la lista. Sin dártelas de sabelotodo. Conseguirás que deje de hablarte un día. - ..... ( Silencio). - Lo echas de menos. Te lo noto. Aunque no lo nombres. Aunque ya no seas la misma. Pero lo sigues extrañando. Es eso lo que te pasa. ¿Estoy equivocada? - No. No estás equivocada. - Que raro que me des la razón. Debes de esta...
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