Él no conoció el invierno hasta que ella se fue. Lo dejó temblando. Hasta pensaba que los muebles de casa tenían escarcha. Las flores frescas del centro de la mesa, estaban congeladas ahora. Hasta la cafetera era incapaz de calentar el café. El sol no poseía la fuerza suficiente para tanto frío. Encendió la chimenea del salón y ni aún así conseguió dejar de tiritar. Temió que los huesos se le hubiesen convertido en hielo. Vivía en un lugar cálido y él que no conocía la nieve, hubiese jurado que al asomarse a la ventana...nevaba.
Él no conoció el invierno hasta que ella se fue. Lo dejó temblando. Hasta pensaba que los muebles de casa tenían escarcha. Las flores frescas del centro de la mesa, estaban congeladas ahora. Hasta la cafetera era incapaz de calentar el café. El sol no poseía la fuerza suficiente para tanto frío. Encendió la chimenea del salón y ni aún así conseguió dejar de tiritar. Temió que los huesos se le hubiesen convertido en hielo. Vivía en un lugar cálido y él que no conocía la nieve, hubiese jurado que al asomarse a la ventana...nevaba.
Comentarios
Publicar un comentario