Esto iba a ser un relato para una
persona que me lo pidió y a la cual le prometí hacerlo.
Pero no me sale un relato, porque mis
letras tienen que ir cargados de sentimientos positivos para poder
narrar a algo.
En este momento no los tengo.
Pero sí me sale esta reflexión. O lo
quiera que sea esto.
El título es por él, porque un día
le pedí un poema y riéndose empezó por esa frase. Por cierto, no
terminó su poema.
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En esta vida hay gente que se cruzarán
en tu vida y te harán sentir de distinta manera cada una.
Hay personas que se cruzan en la tuya
y cuando se van, ni te enteras porque no te han importado nunca.
Los hay que te dejan huellas profundas
en el alma.
Otros te dejarán recuerdos para todo
una vida.
Los hay que con sólo escuchar una
canción aparecen en tu memoria.
Los hay que te dejan cicatrices, como
arañazos en el corazón. Las marcas no se irán nunca.
Hay personas que se convierten en parte
esencial en tu vida, pero cuando se van, te das cuenta que no eran
tan esenciales.
Gente que lo que te nace hacer es
dedicarles frases y poesías. Y cuando se van siempre piensas que no
le dijiste la mejor de tus frases. Frase que guardas en un rincón de
tu ser, como el más preciado tesoro. Por si un día vuelve y te pide
que se la digas.
Hay personas que te lastimarán
profundamente y por más que quieras que las cosas sigan igual,
cuando regresan sientes que tienes dentro de ti, un jarrón roto. Lo
has reparado, pero está lleno de marcas.
Personas que pasarán por tu vida como
una ráfaga de viento, te desmoronan todos tus esquemas y de igual
manera que han venido se van.
Están los que te provocan sentimientos
olvidados.
Están los que te hacen reír a
carcajadas.
Están los que te hacen llorar como una
niña.
Están los que cuando piensas en ellos,
te da un vuelco el corazón y te acarician en alma.
Están los que te hacen sentir como una
princesa aunque no vivas en un castillo.
Están los que te dejan pensando qué
que hiciste para que se marcharan.
Están los que recordarás durante toda
tu vida.
Están los que se marchan para siempre,
pero sientes que a pesar de la ausencia, permanecen.
Están los que te dedican lo más
valioso que tenemos, su tiempo.
En mi vida hay de todo un poco de todos
estos que he nombrado.
Me imagino que en las vuestras habrá
estos y más.
Ya lo dijo Forrest Gump, sentado en una
banco mientras esperaba un autobús.
La vida es como una caja de bombones,
nunca sabes cuál te va a tocar.
Estamos los que te leemos y disfrutamos tu reflexión.
ResponderEliminarPor ejemplo, Mersa.
ResponderEliminarGracias por leer.
Besos!!
Toda esa gente pasa por tu vida, la mía y por la de todos nosotros. Hay una frase que me aplico a diarío, y me ayuda a entender algo, no todo, todo es complicado. Te la dejo por si sirve: la gente que he conocido ha sido por algún motivo, nada sucede por casualidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Manuela.
P.D.- Los bombones, al igual que los gatos, también son mi pasión. Si pillas una caja, cuenta conmigo. Besazos.
Exacto Aurora. Nada sucede por casualidad...
EliminarGracias por pasarte.
Los bombones ya te los mando por Seur...
Un beso!!!!!!!!
Me gusta tu metáfora,amiga...si, una caja de bombones, suave manera de llamar a "esto" que conocemos por vida; aunque es verdad, a veces tambien nos gratifica, y mucho.
ResponderEliminarTu texto, narración, reflexión o como lo queramos llamar, es una pieza que compartes con nosotros, los que leemos, y eso ya es grande, no??
Saludos,amiga :)
Gracias mi querido Caste.
ResponderEliminarPor leerme y dejar tu coment.
Besos!!!
Quédate con una frase que suele decir una amiga mía: hay gente que se queda y gente que está de paso.
ResponderEliminarTú eliges...
Un abrazo.
Gracias Ana... Un beso!
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