Ir al contenido principal

Andaba la pobre soñando despierta ( Micro )


Andaba la pobre soñando despierta.
Pensó que era él la pieza que le faltaba a su vida.
Y no se daba cuenta que se equivocaba.
Con el corazón metido en un puño y el estómago encogido.
No se enteraba todavía que los príncipes no existen.
Que ella no era la princesa de la boca de fresa a la que tenían que rescatar.
No se enteraba todavía que era la más ilusa de todas las ilusas.
Ella puso los sentimientos sobre la mesa y él los esparció por el suelo.
Y al irse los pisoteó como quién pisotea flores en un jardín sin echar la vista atrás para ver cómo han quedado.
Aún no había aprendido que no se da amor al primero que te regala una sonrisa.
Al primero que te hace sentir cosas ya olvidadas.
Que hay que esconder un poco más los sentimientos y no tenerlos en la boca a flor de piel.
Se sentó a la orilla de su alma y él no la quiso allí.
Ahora camina por la vida maquillándose el corazón para que nadie note como está.
Sonríe de día para que nadie se dé cuenta del vacío que siente y se consume cada noche de amor y de soledad.
Y se lo tiene que callar. Quiere gritarlo y se lo tiene callar.
Y le estalla en el pecho, y le estalla en la piel.
Y le salen las lágrimas y parpadea para poderlas retener.
Y llora por tonta y llora por él.
Y llora por lo que pudo haber sido y nunca fue.
Andaba la pobre soñando despierta...

Comentarios

  1. Un texto disfrazado de poema? Un poema disfrazado de texto? En todo caso,duro y sensible...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lunita Colorá. Un texto sacado del alma simplemente.

      Eliminar
  2. Está lleno de metáforas. Es un texto precioso aunque doloroso, que te hace empatizar con la protagonista.
    Cómo duele el amor.

    ResponderEliminar
  3. Cuántas veces nos hemos sentido así. Maquillando el corazón. Precioso, Manuela.
    Por todo esto he querido otorgarte el premio cojonudo. Pasa por mi blog a recogerlo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un premio?? Me pasaré por tu blog. Tus comentarios sí que son preciosos mi querida minina!! Un beso fuerte!!

      Eliminar
  4. Ya te digo si duele el amor. Gracias por pasarte Joaq... Un beso!!

    ResponderEliminar
  5. "Con el corazón metido en un puño y el estómago encogido."
    Potente imagen en esta magnifica prosa poética.Felicitaciones!!


    besitos
    soni

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una de Caperucita

 - ¿Puedo hablarte o me vas a vacilar cómo siempre? - No sé. Prueba... - ¿Estás enfadada? - No. - ¿Y por qué estás tan callada, si tú no te callas ni debajo de agua? - Estoy pensando. - ¿Pensando en qué? - En como le irá a Caperucita con el conejo de Alicia y si seguirá viendo el país de las maravillas. - ¿ En serio piensas en eso? - No. - Que graciosa la nota ¿ Entonces? Algo te ronda la cabeza. - Pienso en el lobo. Tan feroz y no supo retener ni a una niña. Que infeliz ¿no? _ ¿No puedes dejar de vacilarme? - Me cuesta.Te me pones tan a tiro... - ¿ Cuándo será que te hable y me contestes amablemente? Sin pullas, sin que me vaciles. Sin hacerte la lista. Sin dártelas de sabelotodo. Conseguirás que deje de hablarte un día. - ..... ( Silencio). - Lo echas de menos. Te lo noto. Aunque no lo nombres. Aunque ya no seas la misma. Pero lo sigues extrañando. Es eso lo que te pasa. ¿Estoy equivocada? - No. No estás equivocada. - Que raro que me des la razón. Debes de esta...

Una sola mirada

Era octubre cuando por primera vez la vio. Tomaba café sentada a la mesa de una cafetería, por la que él solía pasar cada día para ir al trabajo. Desde ese mismo día, cada vez que llegaba a su altura, aminoraba el paso, para poder contemplarla mejor. Siempre tenía la cabeza agachada, una mano sujetando la barbilla y la otra escribía sin parar, en un cuaderno con las tapas en verde. Llevaba tanto tiempo observándola que se sabía de memoria cada detalle de ella. Cuando la dejaba atrás y hasta llegar al trabajo, rememoraba cada cosa que le gustaba de ella. Le gustaba su pelo negro y la forma en que le caía a un lado de la cara, mientras no paraba de escribir. Le gustaban sus manos, estaba seguro que estaban hechas para acariciarle a uno cada centímetro de la piel. Le gustaba la forma en que distraídamente, balanceaba una de sus piernas, casi de forma mecánica. A veces, pensaba en entrar, en hacerse el encontradizo con cualquier excusa, pero no se atrevía. Sólo de p...

Los guantes nuevos (Cuento de Navidad)

Las calles se engalanan y las luces de mil colores estallan en mi retina. La música que se desprende de algún sitio llega hasta mí. Villancicos de siempre, letras ya conocidas. La navidad no es como antes.  No hay gente cantando por las calles. Hasta el olor ha cambiado. Observo a las personas caminar, con la cabeza gacha y el andar apresurado. Siempre llevan prisa. Desde mi pedestal no hago otra cosa que mirar, observar. Apenas me ven, soy una estatua que se mueve por dinero. No es que me guste la Navidad, hace tiempo que dejé de creer en la magia que algunos creen que tiene. Pero me vienen bien esta fechas.  A la gente que no les preocupa nada ni nadie en todo el año, les nace un sentimiento pasajero, efímero y  bondadoso que les hace tirarme alguna moneda.  Ya está. Se van felices porque ese gesto callan sus conciencias.  Me miran con la lástima que en otro mes cualquiera cambian por desprecio. Me gusta la Navidad simplemente porque ...